Aparecio en el Blog de Ichikawa el 30 de Enero del 2009
Karl Marx dejó claro, en El Manifiesto Comunista (1848), que los objetivos de su movimiento eran destronar a Dios y destruir el capitalismo. Era una abierta declaración de guerra contra lo que él consideraba la civilización moderna. Fue una estrategia a largo plazo de cómo acabar con los valores y principios de una civilización y cultura, rediseñando su origen. Es ese nuevo esquema, la historia no era más que una lucha entre débiles y poderosos.
La clasificación más determinante del poder para Marx era la propiedad. Los propietarios tenían el poder, lo otros no. Así de simple. Y concluyó que no solo se podía y debía expropiar por cualquier medio a los propietarios, sino que además había una “moral” para el que busca venganza o revancha, por los”siglos de explotación” anterior. Las 10 consecuencias directas del proyecto marxista sobre la humanidad se podrían describir como sigue, según el propio Manifiesto:
1)-Borrar el derecho a la propiedad privada.
2)-Destruir la religión, pero sobre todo las Instituciones que promueven la religión.
3)-Fijar un nuevo código moral o desaparecer el Código llamado burgués.
4)-Desvanecer la familia como se conocía hasta el momento.
5)-Arrasar el sistema de gobierno, creando una neoestructura de mando con un Partido clasista al frente.
6)-Desaparecer junto con el Código Moral las Leyes burguesas. Crear un sistema legal nuevo.
7)-Exterminar lo libros burgueses de historia y reescribir la historia según los términos de la lucha de clases, único concepto válido para entender la Historia.
8)-Destruir la cultura burguesa y reescribir nuevos conceptos de los derechos civiles basados en la posesión de todos los bienes de producción por los proletarios y el nuevo Orden social a establecer con la toma del poder por los “desposeídos”.
9)-Crear un nuevo concepto de Estado fuerte que controlaría el buen final del establecimiento de una sociedad comunista de iguales.
10)-Dar así origen a una nueva Cultura que considerara todo lo anterior a ella como su muy embarazosa Pre Historia.
Si se pudiera repasar país por país (con algunas excepciones como la gran China, donde todavía el Partido Comunista mantiene varios de los enunciados marxistas), veremos que el mundo va por otros rumbos a los propuestos por el decálogo anterior.
Han surgido variantes llamadas de “Socialismo Democrático” que revisan y le enmiendan la plana al Manifiesto y se entiende que al propio Marx. Todavía el imaginario deseo de quitar a los de arriba para poner a los de abajo, profetizado por Marx, sigue estando en la melopeya verbal de grupos políticos al parecer sin verdadera voluntad. Los desastres de las aplicaciones del marxismo no han hecho mella en algunos jefes de Estado populistas que logran el apoyo emocional de grandes masas aunque tengan que buscar el poder a través de las vías “burguesas” como las elecciones y los parlamentos.
Un nuevo factor, la prensa, tomada en gran escala por “periodistas” de izquierda, entrenados desde muy temprano en el siglo XX, tejen en su supuesto mensaje “concienzado” ingredientes del populismo marxista para ganar la simpatía y pelear el mercado. La televisión emite centenares de horas de cosas merengozas y flemáticas donde los buenos son los “desposeídos” y los malos los ricos y poderosos. Los servicios noticiosos redactan las notas con el mismo matiz “sentimental social”. Creo que a todo esto contestaría Marx como un humorista exitoso del canal 41 América Teve de Miami: pero esto “No me los merezco”.
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NOTA: El autor es escritor y analista de actualidad.
gurgueiros@gmail.com
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NOTA: El autor es escritor y analista de actualidad.
gurgueiros@gmail.com
Muy bueno
ReplyDeleteGracias Mariana. Eres muy amable.
ReplyDeleteHubo un total de 10 partes del mismo articulo. Estoy pensando en colgar todos de nuevo.