Friday, January 15, 2010

CARLOS J FINLAY ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO







Ecólogos y ecologistas.



Fue editado y Publicado por Emilio Ichikawua el 18 de Septiembre del 2008

Por Miguel de Gurgueiros




Pocos recuerdan que Carlos J. Finlay a sus 65 años de edad, fue parte del ejército invasor estadounidense en la Guerra de Independencia de 1898. Participó como médico militar voluntario en las batallas de San Juan y en la entrada a Santiago de Cuba.






Desde 1871 este hijo de un médico escocés y una madre francesa, nacido en Puerto Príncipe (Camaguey), se dedicó a observar el efecto de la picada del mosquito Stegomyia fasciata (conocido por nosotros como el mosquito Culex).






Cuando sus colegas los Drs. H. E. Durham y Walter Myers, que realizaban estudios sobre la fiebre amarilla, pasaron por La Habana, encontraron que este médico del ejército americano estaba haciendo estos experimentos, con pruebas de que 6 días después del ataque del mosquito los enfermos daban los primeros síntomas de la enfermedad que ellos investigaban para la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool.



En 1763 España cambió la actual península de La Florida por La Habana; había sido capturada durante la Guerra de los 7 años. Aparentemente contra la lógica, se hizo un cambio inexplicable de unos 170,304 km² por 721.01 km² de una abigarrada ciudad.



La principal razón fue la presencia del mosquito Stegomyia fasciata (Culex). Aunque el principio activo del countrydichlorodiphenyltrichloroethane se había experimentado a finales del Siglo XIX, no fue hasta 1939 que el Dr. Paul Mueller, entomólogo suizo, redescubrió el popular insecticida conocido mejor como DDT que, según se demostró, fue muy efectivo contra los mosquitos en general, pero en particular contra este criminal convicto y siempre en fuga: el Culex. Este descubrimiento le dio el Premio Nobel de Medicina al científico en 1948.



Pero estos eventos de nuestro pasado son “relativizados” por aquellos que han “reescrito” la historia y tratan de reajustar la verdad a sus intereses políticos. El día 15 de septiembre de 1928, Sir Alexander Fleming, otro escocés, se percató que un cierto “liquen” u hongo crecido en una plaqueta de observación de las bacterias que estaba estudiando se habían “comido” a los gérmenes (Staphylococcus) y los habían hecho desparecer. Acababa de descubrir la penicilina. Fleming había sido también medico Inglés durante la I Guerra Mundial y buscaba un antiséptico para detener la más grave causa de muerte en la guerra: las infecciones.




Estos 3 científicos: Finlay, Fleming y Mueller deberían ser considerados “culpables” como “accesorio indispensable” por el crimen del aumento de la población. Nunca antes de ellos la humanidad alcanzó los 1000 millones de habitantes sobre la tierra. Las plagas infecciosas o endémicas se encargaban de regular al más puro estilo darwinista, la cantidad de seres humanos. Nunca antes la longevidad promedio alcanzó los 60 años.



El primero de enero de 1976 la agencia federal de los EEUU Environmental Protection Agency (EPA) canceló el uso oficial del DDT en la América. En África ha sido la ONU quien ha prohibido el uso del DDT. 2600 niños, cada día, mueren de Malaria, un parásito que inoculan los Culex.






Entre 300 a 500 millones de personas padecen la enfermedad en su forma crónica y mueren anualmente unos 2.7 millones de ellos. Pero mata a 8000 brasileños por año también.






Las razones de esta prohibición son graves, pero no han sido verificadas profundamente. Pero la guerra contra la ciencia de los “ambientalistas” tiene más poder que la lógica de las estadísticas.



Por eso no me canso de repetir que los ecologistas son una banda de cara duras que ganan jugosos sueldos metiéndole miedo a la gente ignorante, mientras los Ecólogos y científicos como el cubano escocés Finlay, el suizo Mueller o el escocés Fleming procuran protegernos y hacer del mundo un lugar de mejor calidad y seguridad para vivir más tiempo y mejor.






Miguel de Gurgueiros en ei en Septiembre 18, 2008 – 0:07 am






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