El últlimo libro de Mark Levin, Liberty and Tyranny: A Conservative Manifesto (2009) se agotó en las librerías norteamericanas nada más publicarse. Hubo que hacer a toda prisa una segunda tirada de ejemplares que también se agotaron.
El éxito de este libro radica no sólo en que alcanzó inmediatamente el primer puesto en las listas de libros más vendidos –incluso en la lista del The New York Times-, donde estuvo más de tres meses en lo más alto de esa lista, sino especialmente en el hecho de que Mark Levin sabe mostrar a las claras y de manera muy divulgativa algunos de los principios claves del conservadurismo norteamericano.
Célebre comentarista radiofónico e impecable analista político, Mark Levin se enfrenta a la progresía mediática norteamericana para desmentir que el movimiento conservador en Estados Unidos esté acabado. Más bien al contrario, Levin pone al día uno por uno muchos de los principios conservadores tratándolos sobre temas candentes de nuestros días: el fenómeno de la salud, la educación, la emigración, la libertad económica, el medio ambiente y otras cuestiones que hoy se debaten al hilo de lo que pasa en Washington.Especialista en temas legales y autor ya de otro fascinante libro sobre el Tribunal Supremo estadounidense (Men in Black), Levin vuelve su mirada a los documentos fundacionales norteamericanos y particularmente a la Constitución y el Federalismo.
Al hilo de esos principios dispuestos por los fundadores de Estados Unidos, Levin prueba cómo el conservadurismo es una actitud ante la vida que trasciende partidos politicos e ideologías. A través de él Levin ofrece una visión del papel del individuo en su sociedad que explican perfectamente los ideales del derecho a la vida, la libertad y el logro de la felicidad.
En menos de 250 páginas y con rigurosas notas, Levin desglosa cada capítulo sobre temas concretos: libertad y tiranía; prudencia y progreso; la fe en el momento de la fundación de Estados Unidos; la Constitución; el Federalismo; el libre mercado; el llamado Estado del bienestar; el estatismo medioambiental; la inmigración; la autoprotección de los valores estadounidenses. Levin sustituye conceptos como “progresistas” o “izquierdistas” por su nueva calificación de “estatistas” (“the Statists”) referido negativamente a los partidarios del Gran Gobierno.
Levin juzga que de la penosa labor de esos “estatistas” -agrupados en el Partido Demócrata- y la tibieza de los políticos republicanos que han olvidado los valores conservadores han contribuido a que Estados Unidos se haya apartado de los principios fundacionales de Estados Unidos.
El epílogo constituye en sí un Manifiesto Conservador donde se explican con claridad y de forma sucinta las ideas sobre varios aspectos: impuestos, medio ambiente, jueces, administración, educación, inmigración, derechos, seguridad y política exterior, fe y, finalmente, la Constitución.
Ver mas en: semanarioatlantico.com. Acerera es el director de esta publicación.
Muy bueno su articulo
ReplyDeleteEs del Profesor Acerera de Arizona.
ReplyDeleteGracias
MG