Thursday, November 12, 2009

KENNEDY MIRO A OTRO LADO MIENTRAS SE CONSTRUIA EL MURO DE BERLIN


" El muro fue el segundo nacimiento de la República Democrática Alemana"
[Sic Historia Oficial RDA]

El historiador inglés Frederick Taylor cuenta la historia del Muro de Berlín de la A a la Z. Su construcción trajo estabilidad a la entonces peligrosa Europa, pero el precio que pagaron los alemanes fue muy alto:


Londres no sería Londres sin su Big Ben, París sería otra sin la torre Eiffel y, durante 28 años, era imposible pensar en Berlín sin el muro de 45 kilómetros que dividía la ciudad en dos.

La “barrera de protección antifascista” levantada el 13 de agosto de 1961 era una estructura de hormigón equipada con un sofisticado sistema de alarmas, trincheras, minas antipersonales y torres de vigilancia, que se creía duraría para siempre.

Con estas palabras, el historiador británico Frederick Taylor presentó la edición germana de su libro El Muro, en el marco del Festival Otoño Literario de la ciudad de Göttingen, Alemania.
En 532 páginas, Taylor construye un interesante relato acerca de las difíciles decisiones políticas que se tomaron tanto en el Este como en el Oeste durante la Guerra Fría.

El autor presenta al Muro de Berlín no sólo como el símbolo por excelencia del llamado Telón de Acero, sino también como “uno de los fenómenos políticos más complejos de esta era”. A continuación, algunas de las preguntas que respondió en un foro abierto, tras la presentación de su obra.

John F. Kennedy decía preferir un muro a una guerra. ¿Un conflicto armado era una posibilidad real para entonces?En 1961, 16 años tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, el mundo se vio enfrentado por primera vez con la posibilidad de una guerra nuclear. Las potencias capitalistas y socialistas llevaban alrededor de 15 años desarrollando armas de destrucción masiva y había que buscar alternativas.

También se hablaba de la posibilidad de una guerra civil entre las dos Alemanias. No es posible saber con exactitud qué hubiera pasado si no se hubiera levantado el Muro, pero su construcción fue, para muchos, una cuestión de supervivencia.

El Muro trajo estabilidad a la entonces peligrosa Europa, pero el precio que pagaron los alemanes fue muy alto. No debemos olvidar que fue construido violentamente, separó familias enteras y cobró un número no cuantificado de vidas.

Una de las historias más tristes del Muro es la de Peter Fechter, quien recibió un disparo el 17 de agosto de 1962 en un intento de huida. Gravemente herido, quedó tendido en el lado Este de la frontera y se desangro ante la mirada de los guardias aliados, quienes no estaban autorizados para intervenir.

Su cuerpo sin vida fue trasladado una hora más tarde por los guardias de la Republica Democrática Alemana (RDA). La cuestión es que los aliados tenían otros asuntos pendientes, como Cuba, por ejemplo, y decidieron tolerar la división. Temporalmente, el Muro funcionó.
-¿El Muro fue un proyecto personal y político de Walter Ulbricht, el entonces jefe de Estado de la RDA?Sí. Lo interesante de esta historia es que, contrario de lo que se cree, la construcción del Muro no fue una sorpresa. A pesar de que Walter Ulbricht declaró cínicamente en una rueda de prensa en junio de 1961 que nadie tenia la intención de levantar un muro, las evidencias prueban que lo planeó por años.

Lo que no se sabía era cómo iba a poner en marcha su proyecto. Nikita Krushov dio finalmente su consentimiento ese mismo año, tras haber escuchado que la RDA tendría que contratar mano de obra extranjera en los próximos meses si no se le ponía punto final a las fugas, pero Ulbricht ya tenía todo el plan del Muro fríamente calculado.


Es un personaje clave de esta historia, y en mi libro muestro todos sus colores. Ulbricht sobrevivió como ningún otro comunista gracias a su talento para la intriga y, de una manera u otra, uno lo encuentra interesante como personaje histórico, aunque no le guste.


-Uno de los capítulos de su libro se titula Dinero. ¿Fue éste un factor decisivo en la caída del Muro de Berlín?El dinero jugó un papel importante. En los años ochenta, la RDA estaba en bancarrota. El partido quería industrialización, seguridad social, un estándar de vida alto, pero a la larga iba a ser la masa la que debía pagar el precio.

Ya en las décadas de los 70 y 80, Honecker se había percatado de que se podía mantener la estabilidad en el país si se concedían algunas lavadoras y automóviles a la gente. Fue así como la Republica Democrática Alemana logró un nivel de vida superior al de los demás países del bloque socialista, pero luego vino la crisis del petróleo y ya no podían seguir generando bienestar.

La deuda del país con los bancos occidentales creció y la productividad de sus trabajadores seguía siendo baja. En los últimos 20 años, la situación no ha sido fácil. El Oeste ha pagado mucho y la gente del Este perdió mucho por el comunismo, perdieron capitales importantes, como por ejemplo la empresa Wella.


También perdieron capital humano. Y hay que tomar en cuenta que en los años 50 el mundo estaba preparado para consumir bienes alemanes, pero a partir de los 90 aumentó la competencia en el mercado internacional. La reunificación tampoco ha sido fácil.


-¿Veinte años tras la caída del Muro, los alemanes siguen aún divididos?En parte. En la Alemania reunificada coexisten dos mentalidades distintas, producto de dos sistemas distintos. Los alemanes del Oeste dicen que el Este no ha hecho sino consumir su dinero, mientras que los alemanes del Este sienten que fueron robados y han tenido que lidiar con un mal que antes desconocían: el desempleo.


El divorcio aparente entre ossis y wessis, como se llaman entre ellos, puede explicarse también como consecuencia del provincianismo y regionalismos que caracterizan a todo país. Ha transcurrido exactamente una generación y el verdadero resultado de la reunificación se podrá ver en los próximos años.

-¿El Muro cumplió alguno de los objetivos que se trazaron las autoridades comunistas? Temporalmente el Muro funcionó. Cortó en seco la hemorragia de mano de obra calificada y culta desde la Alemania Oriental hasta la Occidental. Los historiadores han llamado a la construcción del Muro el "segundo nacimiento de la República Democrática Alemana".


Continuaron los problemas con el suministro de cepillos de dientes, patatas, compresas y papel higiénico, pero entre 1960 y 1970, el porcentaje de familias que poseían un televisor aumentó desde 16,7% hasta 69,1%; una nevera, desde 6,1% hasta 56,4%, y una lavadora, desde 6,2% hasta 53,6%.


Aunque los automóviles seguían siendo caros, 15,6% de los alemanes del Este tenía coche en 1970, en comparación con 3,2% diez años antes. Desde un punto de vista materialista, la vida para los alemanes corrientes del Este era mejor que en los cincuenta.



Editor: La verdadera historia de la Guerra Fria esta por escribirse. Este articulo fue tomado del periodico Digital "TalcualDigital" [http://bit.ly/jPOVp]



No comments:

Post a Comment