Wednesday, November 11, 2009

TERRORISMO EN TIEMPOS DE OBAMA.

James Nava: “Masacre terrorista en Fort Hood”









El tiroteo que llevó a cabo el mayor Nidal Malik Hasan, psiquiatra militar de 39 años, la semana pasada en Fort Hood (Texas), en el que murieron 13 personas y 29 resultaron heridas, es sin duda una de las peores masacres ocurridas en este país, de una especial gravedad por haberse producido en la mayor base militar estadounidense y porque el autor se había radicalizado en su confesión islámica, hasta el punto de que su actuación puede enmarcarse como un acto terrorista, aunque su detonante final haya sido la presión por su inminente desplazamiento a Afganistán.
Sus justificaciones a los terroristas suicidas, encontradas en Internet, sus comentarios a compañeros sobre que el derecho islámico era superior a la Constitución estadounidense, así como el grito de “Allahu Akbar” (“Alá en grande”) con el que inició su tiroteo, apuntan claramente a esa deriva ideológica en la que parecía embarcado Hasan desde hace años.
Si bien, los investigadores siguen manteniendo la teoría de que actuó solo, ya hay voces que señalan que podría haberse tratado de un ataque terrorista, como ha declarado el presidente del Comité de Seguridad Nacional y del Comité de Asuntos Gubernamentales del Senado, el Independiente Joseph Lieberman, quien ha reconocido a la cadena Fox News que el autor del tiroteo se había convertido en un extremista islámico, y ha anunciado una investigación en su Comité para aclarar lo sucedido y las responsabilidades por la negligencia al no tener en cuenta sus declaraciones extremistas.

Por su parte, el general George Casey, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, ha manifestado que aún no se sabe si actuó por motivos políticos o debido a problemas personales. Lo más probable es que ambos factores hayan tenido un peso decisivo en el incidente.

El psiquiatra, nacido en Estados Unidos, de origen palestino (su familia es de El Bireh, Cisjordania), especializado en estrés postraumático y que atendía a los veteranos de Iraq y Afganistán, ha resultado estar seriamente alterado emocionalmente (poco consuelo para sus víctimas y familiares…y menos para los que atendió en su consulta), sigue hospitalizado en el centro médico Brooke, del ejército, en San Antonio (Texas), a la espera de ser interrogado tras salir este lunes del coma en el que se encontraba, después de recibir cuatro balazos durante el tiroteo, ocurrido en el Centro de Preparación del Soldado, por parte de dos policías de la base.
Nidal Malik Hasan acudía a la mezquita Dar al Hijrah, en Falls Church (Virginia), en 2001, cuando su líder espiritual era Anwar al Aulaqi, un radical islamista conectado con Al Qaeda, que tuvo contactos con dos de los autores de los atentados del 11-S, y que desde que abandonó esta mezquita en 2002 para marchar a Yemen, ha mantenido contactos e inspirado intelectualmente a decenas de terroristas. De hecho, le ha faltado tiempo para “felicitar” a Hasan a través de una web islamista.

Los indicios apuntan a que Nidal Malik Hasan preparó la masacre con premeditación, introdujo a escondidas las armas en las instalaciones médicas, había regalado sus pertenencias, incluso su Corán, semanas antes, y albergaba un odio patológico hacia Estados Unidos propio de un radical islamista, todo lo cual refuerza la teoría de que estamos ante un ataque terrorista en toda regla, pese a la tibieza de la Administración Obama, que pretende hacerlo pasar por otra cosa. Y es que si se confirma la naturaleza terrorista, de lo que no hay muchas dudas, sería el primer ataque en territorio estadounidense desde el 11/S.

Y el primer gran fracaso de Obama en mantener seguros a los Estados Unidos, quien, por cierto, acudirá este martes, junto con Michelle, a la base de Fort Hood para la ceremonia de homenaje a las víctimas, cuando ya han fallecido varios de los heridos y el acto podría ser más propaganda política que un sentido homenaje.

Hace una semana que el ex Presidente Bush y su esposa Laura ya visitaron en privado a los heridos y sus familiares, en lo que sí es una rápida respuesta de apoyo y consuelo, al margen de circos mediáticos.

La masacre, se califique como ataque terrorista, venganza personal, o enajenación mental, no devolverá la vida a las víctimas, que tenían nombres y proyectos personales que ya nunca podrán cumplir. Por ejemplo, Francheska Vélez, de 21 años, que estaba en su primer trimestre de embarazo y pronto iba a pedir la baja tras nueve meses en Iraq; Juanita Warman, enfermera de 55 a punto de ser enviada al frente; Amy Krueger, que se incorporó al Ejército tras el 11-S; Jason Hunt, recién trasladado a Tejas para estar más cerca de casa….Y la lista continúa.

Decir la verdad sobre el incidente, llamando a las cosas por su nombre, es un compromiso de lealtad hacia ellos y el mejor tributo.

Nota del Editor: La accion perniciosa de la Politica "de lo politicamente
correcto" ha tomado un espacio sangriento y doloroso. Solo la hipocrita
tendencia de no decir la verdad porque pudiera ser "incorrecta" o mal
recibida no llevara siempre al desastre. Deberiamos tomar la leccion que que
da esta accion terrorista para desterrar esta mala practica social de no llamar
al pan: pan y al vino: vino.

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